lunes, 29 de diciembre de 2008

Sobre payasos, graciosetes y el derecho a la información


Tenía que pasar. Si tensas la cuerda, si rebasas una y otra vez la línea, al final esto revienta...y revienta donde menos te lo esperas y con quien menos te lo esperas. Lo de los programas de televisión con reporteros graciosetes está siendo demasiado. No hay convocatoria, desayuno, rueda de prensa o jornada en el congreso en el que no estén estos Graciosos-Oficiales en la puerta esperando para hacer (tono sarcasmo ON)las preguntas más originales y jocosas del día. "Ha dormido bien?" "cual es su película porno favorita?" y similares.

Todo esto viene a cuento por lo ocurrido el día 22 de diciembre, con la Lotería en Madrid. Uno de estos programas-graciosos-oficial, "Salvados por..." decidió reírse de todos sus compañeros de profesión y gastarnos una broma que parece ser emitirán el próximo 11 de enero.

La historia es por todos conocida. Una actriz contratada por el programa, apareció en una de las administraciones de Madrid que había repartido el Gordo y nos hizo creer a todos que había roto su boleto lavándolo en la lavadora. Todos los medios, dieron la noticia en los informativos, directos, tertulias, productores trabajando a contra reloj para conseguir entrevistas con la casa de la moneda y su departamento de reconstrucción de billetes...todo en vano, por que todo era una broma.

Se que el texto puede sonar a corporativismo, a “nos han tocado a los periodistas y con nosotros no se juega” pero no...no solo se han metido con nuestro trabajo. Se han reído de miles de espectadores y oyentes de informativos, que escucharon y creyeron una noticia falsa, cuando en ningún momento esperas en un informativo recibir una broma (excepto el día de los inocentes se entiende). Han jugado con la ya débil credibilidad de los medios de comunicación. Se han reído de los periodistas también y esto crea un peligroso precedente. Quien me asegura a mi que la próxima rueda de prensa o concentración que me toque seguir no sea una farsa, una bromita de los graciosos...cuidado, está en juego más de lo que parece...entre otras cosas...el derecho a la información.

Y luego está ya el uso de la imagen. No me haría ni pizca de gracia que el 11de enero, en ese programa utilicen mi imagen (o la de cualquiera de mis compañeros) para reírse. Una cosa es que te saquen en la calle metiéndote el dedo en la nariz y que después de pedirte permiso lo emitan (como ocurre con los programas de cámara oculta que tanto abundan en etb, donde nada se emite sin permiso de la “víctima”); y otra muy diferente es que se rían de ti mientras tu estás trabajando...eso si que no. Nadie pidió permiso a los periodistas, cámaras, técnicos y productores para utilizar su imagen...se están metiendo en terreno pantanoso...

El tema ha causado enfado entre periodistas, cámaras...que trabajamos en Madrid...la bromita, la inocentada adelantada...no nos ha hecho gracia

2 comentarios:

Jau dijo...

¿Qué vida por los Madriles? ya te vi un día en Torrejón cuando llegó Moratinos con "nosequién" (ahora no me acuerdo).

Y volviendo al tema del Follonero, el caso de la Lotería fue grave porque además de movilizaros a todos los periodistas la actriz esta de los huevos empezó a decir que su hijo estaba en paro y que se iba a casar y tal. Y con eso no se juega.

Pero por otra parte no veo nada malo en que Thais Villas vaya al Congreso a preguntarle a Pujalte si ha visto películas porno con su mujer. Ahí no os involucra a los periodistas de información. Y no se quién es el graciosillo en este caso; si las de El Intermedio o Pujalte, Sanchez-Llibre y esos diputadillos.

Yo es que veo El Intermedio. Qué le voy a hacer, Usun Yoon me hace gracia.

Saludos.

Anónimo dijo...

Efectivamente, son unos payasos, unos graciosetes. Pero de la "broma", solo hay dos aspectos negativos: menoscabo de credibilidad de los medios que fueron engañados y desinformación del espectador. Engañaron a periodistas que dieron una noticia falsa, que recibió el espectador. La cuestión es: ¿cómo se podía comprobar que esa mujer era una actriz y no una persona "real"? En mi opinión eso no se puede comprobar, no es razonable comprobar esas cosas, pues la noticia, más que recoger hechos, recoge testimonios de personas, y lo lógico es fiarse de lo que dicen esas personas. Lo contrario requeriría indagar sobre su vida (e intimidad) y dedicarle unos medios desproporcionados e inviables. Si fuera de otro modo, los periodistas que dieron la noticia falsa deberían haber contrastado y comprobado la realidad de su noticia. Eso es lo que el espectador exige: unos esfuerzos razonables para comprobar la veracidad de las noticias. Es decir: si los periodistas dan una noticia falsa por no hacer bien su trabajo, no cabe echar la culpa al "graciosete" por haber sido engañados. Sería culpa del periodista por no haber hecho su trabajo, ya que es el responsable del producto que ofrece al espectador. Si los periodistas hicieron bien su trabajo (y creo yo que este fue el caso, no se les podñia pedir mucho más), no se menoscaba la credibilidad de los periodistas. Ni espectador ni periodistas sufren demasiado, y ni sufre su vida, ni su propiedad, ni su libertad.

En resumen: no estoy a favor de los graciosetes, pero sí de un mundo y un sistema que aguante a los graciosetes, pues los graciosetes no hacen más que ejercer su libertad de movimiento y expresión para perseguir su felicidad (ganancia económica) sin interferir con la libertad de los demás.

Y en el Congreso no me parece mal que pregunten gilipolleces, a no ser que el contrato para entrar en esas ruedas de prensa implique lo contrario. Lo que no me parece bien es que se le respondan, porque ahí si hay interferencia con la propiedad ajena: los contribuyentes pagamos por horas a Pujalte para que nos informe de cosas interesantes, no para que hable de sus temas favoritos. Incumple un contrato, ya que no le pagamos para que responda a "esas" preguntas.

En resumen, libertad, más allá de la mala leche y la (justificada) sensibilidad particular.